Los pilares de una explotación agrícola sostenible y productiva

Las técnicas agrícolas modernas buscan maximizar el rendimiento de los terrenos de cultivo y al mismo tiempo proteger la fertilidad del suelo. Prácticas como la rotación de cultivos previenen el agotamiento de nutrientes, mientras que la siembra directa minimiza la erosión al reducir la labranza. El manejo integrado de plagas combina métodos biológicos, físicos y químicos para prevenir y controlar las plagas de manera sostenible.

La mecanización es un pilar de la productividad, permitiendo el uso de maquinaria de siembra, equipos de tratamiento fitosanitario y plataformas de cosecha en grandes extensiones.

Se eligen variedades híbridas o autóctonas según los objetivos de rendimiento y resistencia a factores abióticos.

Se diseñan estrategias para aportar agua y nutrientes de forma localizada, asegurando un suministro eficiente de nutrientes a las plantas.

El seguimiento del desarrollo vegetativo permite ajustar las intervenciones agronómicas y prever el momento óptimo de la cosecha.

El uso de maquinaria adecuada y un correcto almacenamiento en silo garantizan la conservación de la calidad del grano.

La evaluación de la producción sirve para optimizar las prácticas agrícolas, generando un mapa de rendimiento para futuras campañas.

Se implementan sistemas para seguir el recorrido del producto agrícola desde el campo hasta su destino final.

La ganadería profesional se enfoca en la cría de animales bajo estándares que aseguran la productividad y el bienestar animal. Esto incluye una nutrición animal balanceada, programas de saneamiento ganadero y una gestión genética para mejorar las características productivas, ya sea en cría extensiva o intensiva.

Formulación de piensos compuestos adaptados a cada etapa de crecimiento para una nutrición óptima.

Instalaciones diseñadas para garantizar el confort y el comportamiento natural de los animales.

Aplicación de selección genética e inseminación artificial para potenciar rasgos productivos.

Uso de datos para una gestión optimizada de insumos agrícolas.

Desarrollo de variedades de cultivo mejoradas.

Implementación de robots agrícolas y sistemas autónomos en labores de campo.

Sistemas de riego inteligentes que minimizan la huella hídrica.